Toda mujer merece y tiene derecho a una segunda oportunidad. Las malas experiencias de la vida, llorar, sufrir, sentir decepción e impotencia es normal, lo que se debe hacer es evitar dejarse llevar por el pasado y esos sentimientos agobiantes.
El derecho de ser feliz es tan importante como el de ser libre. Solo basta con intentarlo de nuevo y aceptar nuevas oportunidades. Oportunidades para llenar los vacíos que oprimen los sentimientos de alegría y éxtasis. El primer paso para ser feliz es tener la convicción de no dejar dañar tu corazón ni sentimientos por nadie, ni por palabras. No vivir con miedos, ni ataduras.
En el amor.
Nunca cerrar las puertas de tu corazón a personas que realmente demuestren que lo merecen.
Camino.
Nunca termina tu búsqueda, no bajes tus manos y sigue marchando paso a paso, “lento pero seguro”.
Sin miedos.
Es lógico y normal sentir miedo al pasado o a lo desconocido, pero una mujer fuerte puede hacer frente a muchos cambios, sin sentirse débil. Escribir una nueva historia, un nuevo romance, un nuevo camino, vivir en una nueva ciudad, tener un nuevo trabajo. Todo está en tu interior; el exterior siempre cuestionará las decisiones que tomas pero lo dará en las cosas que tú expongas a ser comentadas.
Vive.
Enamórate, ríe, sé feliz, llora, sonríe, grita, no todo es malo, son momentos, esos pequeños instantes son los que nos hacen sentir vivos. No solo se trata de hacer las cosas bien o mal o que se dañen esos instantes, se trata de vivirlos, de dejar atrás y aprender.
Soy yo.
La confianza y la paz interior, se obtiene día a día, amándote a ti misma y protegiendo tu interior; porque solo tu permites que entra y que sale de ti.
Recuerda que día a día solo tu puedes sacar tu mejor versión para vivir en armonía y disfrutar de todos los momentos que te ponen en el camino.
Fuente: http://www.todamujeresbella.com/10620/unica-imperfecta-pero-yo-misma/